Skip to maEn content

El acceso a la vivienda es un problema en España. La posibilidad de compra no es viable para gran parte de la población, por lo que se considera el alquiler, una alternativa que ahora presenta grandes impedimentos por los altos precios y la oferta cada vez más limitada. 

¿Dónde está la polémica?

En 2024, los importes han subido considerablemente en las principales ciudades y destinos turísticos y se prevé que la oferta sea limitada debido a la incertidumbre legal generada por la nueva Ley de Vivienda. 

Además, según afirma el Banco de España en su Informe Anual de 2023, existe un porcentaje significativo de inquilinos/as que se encuentran en una situación de riesgo de pobreza o de exclusión social.  

Como factores relevantes se destacan ser mujer, migrante o tener una edad que oscile entre los 18 y 24 años. 

¿CUÁNDO Y POR QUÉ SE ALQUILA MÁS?

De acuerdo con la Agencia Negociadora del Alquiler, septiembre es el mes de mayor demanda de arrendamientos, lo que provoca un incremento en el mercado de alquileres urbanos, superando el 30%. 

Existen cuatro factores clave que contribuyen significativamente al aumento de consultas durante esta temporada con el objetivo de alquilar: 

  1. Septiembre marca el inicio de la temporada, coincidiendo con el comienzo de la reactivación de la actividad regular de los trabajos. Un gran número de personas aprovechan este periodo para cambiar de vivienda. 
  2. Otra causa es la estacionalidad, ya que el final del verano ofrece días más largos y temperaturas agradables, lo que facilita la búsqueda y las visitas a los posibles apartamentos. 
  3. Un gran número de demandantes son los estudiantes. Debido al comienzo también del curso escolar, se produce un importante incremento de búsqueda de alquiler, sobre todo, de universitarios. 
  4. Por último, durante este mes muchas personas continúan de vacaciones, lo que permite destinar varios días a visitar pisos. 

¿QUÉ RELACIÓN EXISTE ENTRE LAS OFERTAS DE ALQUILER Y LA TRATA DE PERSONAS?

La vinculación entre pisos o habitaciones de alquiler y la explotación sexual puede clasificarse en diferentes categorías que, a menudo, implican prácticas abusivas e ilegales: 

Anuncios Engañosos: 

Los anuncios de alquiler pueden ser una tapadera para explotar sexualmente a mujeres. Las víctimas son atraídas con la promesa de un lugar para vivir a precio asequible o incluso gratis a cambio de inicialmente, realizar ciertas tareas. Una vez que se mudan, son forzadas para ejercer la prostitución. 

Alquileres Coercitivos: 

Los propietarios pueden abusar de personas que se encuentran en situaciones vulnerables, como mujeres o personas migrantes. En estos casos, exigen “favores sexuales” a cambio de ofrecer un alquiler más asequible o gratuito como requisito para poder arrendar. 

Subarrendamientos y pisos compartidos: 

En otras situaciones, se pueden encontrar este tipo de anuncios procedentes de páginas “X” en grupos de difusión de algunas redes sociales donde las personas se encuentran en búsqueda activa de una vivienda. En ellos, se ofrece todo lo necesario a cambio de explotar sexualmente a las inquilinas. 

Prostitución forzada en viviendas alquiladas: 

Las organizaciones criminales pueden arrendar apartamentos para utilizarlos como lugares donde explotar sexualmente a personas, obligando a ejercer la prostitución. Con frecuencia, cambian de ubicación para evadir la detección por parte de las autoridades.  

Conclusiones

La ausencia de una regulación estricta y de supervisión adecuada en el mercado de alquiler pueden dar lugar a estos abusos. Los mercados de alquiler informales y sin regulación son vulnerables a estas prácticas explotadoras. 

Desde Diaconía queremos alertar sobre estas prácticas, considerando fundamental abordarlas desde una perspectiva de género y de derechos humanos, garantizando así que las personas tengan acceso a viviendas seguras y dignas, sin temor a ser explotadas.