Nos enfocamos en las personas que han agotado sus ayudas, muchas veces familias o mujeres con empleos precarios o personas que estén a la espera inmediata de arraigo y carezcan de medios económicos. El criterio para la selección es la vulnerabilidad real, prioritariamente mujeres con o sin hijos y familias.
Se parte del principio de generar en los recursos un clima de confianza, seguridad y acompañamiento individual para garantizar que se sientan acogidos/as y empoderados/as. Una primera valoración de necesidades permite luego establecer, junto a cada persona, acciones y objetivos a corto, medio y largo plazo que faciliten su proceso de integración.