Rechazamos la guerra en Ucrania

Un conflicto con un alto coste social

Julia, maestra y voluntaria ucraniana junto a otras mujeres. Imagen: Lynsey Addario para The New York Times

Desde Diaconía España queremos manifestar nuestro más profundo rechazo y consternación por la invasión rusa sobre Ucrania. Los estados deben comprometerse siempre en buscar soluciones pacíficas ante cualquier conflicto. La guerra solo trae consecuencias devastadoras para todos/as, y en especial para la población civil quien las sufre con una contundencia brutal.

Las consecuencias del enfrentamiento están ocasionando en el «menor» de los impactos, una reducción de los recursos básicos para la subsistencia, el abandono de los hogares, la falta de seguridad, la ausencia de atención sanitaria, y la limitación de la libertad de movimiento, entre otras cuestiones. Pero indudablemente la peor afectación es el alto precio que paga la población civil con sus propias vidas.

Por esta razón, pedimos el apoyo tanto para las ONG sobre el terreno, como para las que están por llegar con ayuda humanitaria; así como para las agencias internacionales que luchan por tener acceso a la población vulnerable, con el fin de ofrecerles el soporte en esta compleja situación, y para la que se necesita condiciones de seguridad y el respeto a los Derechos Humanos.

 
Mujer en Kiev observa la destrucción de su casa. Lynsey Addario para The New York Times

Asimismo, instamos a la Unión Europea para que sean ágiles en la toma de decisiones que contribuyan a acabar con este conflicto, y minimizar el impacto sobre la población civil, especialmente, en las personas más vulnerables dentro de ella (mujeres, niños/as y personas mayores). Solicitamos que tanto los representantes al frente de la UE como todos los líderes de los países que la componen, posibiliten la organización de la ayuda y acogida de la población ucraniana que está huyendo de su país ante esta aterradora situación.

Nuestra más profunda solidaridad con el pueblo ucraniano y con las víctimas de esta guerra que nunca debió haberse producido; y a la que deseamos que se ponga fin inmediatamente.