Según las últimas estimaciones de la OIT y Unicef, con datos del año 2020, en todo el mundo hay 160 millones de niños y niñas víctimas de trabajo y explotación infantil. 79 millones -casi la mitad- sufren alguna de las peores formas de trabajo infantil como la esclavitud, la trata o el reclutamiento forzoso para conflictos armados (Amnistía Internacional España, 2021)
En el informe Trabajo infantil: estimaciones mundiales 2020, tendencias y el camino a seguir, publicado antes de la celebración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil el 12 de junio, se pone de relieve que los avances para erradicar la esclavitud infantil se han estancado por primera vez desde hace 20 años, y que se ha invertido la tendencia a la baja que existía previamente, en virtud de la cual los casos de trabajo infantil disminuyeron en 94 millones de 2000 a 2016. (Los Casos de Trabajo Infantil Se Elevan a 160 Millones, al Alza Por Primera Vez Desde Hace Dos Decenios, 2021)
En el Día Mundial contra el trabajo infantil desde Diaconía España, recordamos que la prevención y la sensibilización sobre la esclavitud en todos los sectores de la sociedad son parte de la solución para frenar esta tendencia.
Personas que son más que cifras
Estos niños y niñas se encuentran en todas partes, pero son invisibles; trabajan como sirvientes domésticos en casas, están ocultos tras las paredes de talleres o se encuentran fuera de la vista del público en plantaciones. La gran mayoría de los niños y niñas que trabajan lo hacen en el sector agrícola.
Millones de niñas trabajan como sirvientas domésticas y asistentas sin salario en el hogar y son especialmente vulnerables a la explotación y el maltrato. Millones de otros niños y niñas trabajan bajo circunstancias terribles.
El trabajo infantil concentra en los países más pobres y con mayor desigualdad. Casi la mitad del trabajo infantil lo encontramos en África, seguida por la región de Asia y el Pacífico. Por otro lado, en regiones como América Latina o el Caribe se han conseguido avances en la reducción de casos de explotación laboral infantil.
En África Subsahariana casi uno de cada cuatro menores son explotados y están afectados por esta situación. Además, en todo el continente las cifras han aumentado de 72 a 92 millones desde 2016. (Amnistía Internacional España, 2021)
¿Qué se está haciendo?
El trabajo infantil impide que los niños tengan una infancia plena, buena educación y desarrollo personal en un entorno seguro. Este año se cumplen 23 años de la adopción del Convenio sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil de la OIT, ratificado por los 187 países que componen la OIT a excepción de Tonga (Polinesia).
Otro de los programas que a nivel internacional se están llevando a cabo, es el de la Meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que trata de adoptar medidas para erradicar el trabajo infantil en 2025.
El número de niños sometidos al trabajo infantil ha aumentado hasta alcanzar los 160 millones en todo el mundo, lo que supone un aumento de 8,4 millones de niños en los últimos cuatro años. Del mismo modo, otros 9 millones de niños corren el riesgo de verse obligados a trabajar para finales de 2022 como resultado del aumento de la pobreza provocado por la pandemia. (La COVID-19 Es “La Peor Crisis Para La Infancia En Nuestros 75 Años de Historia,” 2021)
Nadie debería ser esclavo, especialmente durante su infancia. La trata de personas está en todas partes y le puede ocurrir a cualquiera, por ello te pedimos que compartas esta publicación para generar conciencia en tu entorno sobre esta forma de esclavitud, que no sólo debería ser ilegal, sino abolida de una vez por todas.