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Facebook, al igual que Instagram, Google, y YouTube, veta el contenido pornográfico. Casi todas las redes sociales lo hacen, excepto Telegram. Esta aplicación de mensajería instantánea se está convirtiendo en un refugio para redes de trata y pornografía.  

Es cierto que, en teoría, existe cierto control en los canales públicos de Telegram en los que el contenido pornográfico, terrorista, o la violación de la propiedad intelectual será motivo de bloqueo. Sin embargo, con una sencilla búsqueda, vemos que es muy sencillo que aparezcan grupos con contenido pornográfico. Además, el hecho de que Telegram permita grupos de hasta 200.000 usuarios, facilita enormemente la difusión de este tipo de contenido.

Aun así, el problema se intensifica con los canales privados de esta app de mensajería instantánea. En este post te vamos a contar sobre el lado oscuro de telegram que quizá no conocías.

Canales privados donde compartir contenido pornográfico 

Los canales privados de Telegram se caracterizan por ser confidenciales y cifrados, lo que se traduce en que nadie puede verlos. De ahí, que solamente se pueda acceder a ellos a través de un enlace o de una invitación directa por parte de un administrador. Esta parte secreta de Telegram puede ser utilizada por grupos donde se comparte contenido pornográfico y donde, en muchas ocasiones, se esconde una situación de explotación sexual.

Además, al contrario de lo que pasa en otras aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp, en Telegram no es imprescindible que la cuenta vaya enlazada a un número de teléfono. De esta forma, las redes de trata pueden buscar y meter a personas en grupos privados donde se comparten videos y fotos pornográficas, únicamente utilizando su nombre.

Chats secretos 

Otra de las características que convierte a Telegram en una aplicación utilizada para las redes de trata son los chats secretos. Esta opción consiste en una conversación completamente privada entre dos personas, con cifrado de extremo a extremo, en el que la conversación se mantendrá completamente secreta entre ambos participantes, de manera que los mensajes que se intercambien en ese chat, solo se pueden leer en el móvil donde hayan iniciado la conversación.

Además, los mensajes que se intercambien en el chat secreto no se almacenan en la nube, por lo que ni siquiera Telegram tendría acceso a ellos. Esta característica convierte a Telegram en una aplicación muy difícil de rastrear en el caso de que haya algún delito de trata y explotación sexual.

Trata y nuevas tecnologías 

Las nuevas tecnologías suponen una gran oportunidad para informarnos, aprender y estar en contacto con nuestro entorno. Sin embargo, es necesario que las personas conozcan los peligros que entrañan las nuevas tecnologías. 

Desde #DESACTIVALATRATA formamos a jóvenes desde un punto de vista reflexivo con el que puedan cuestionar cómo sus acciones cotidianas, su forma de entender las relaciones y de ver el mundo normalizan la esclavitud.

Además, capacitamos a profesionales y les dotamos de herramientas para conocer cómo opera la trata de personas, identificar víctimas potenciales y prevenir situaciones de riesgo en sus lugares de trabajo.

 

Teniendo toda esta información a nuestro alcance nos planteamos… ¿Con este tipo de chats estemos protegiendo nuestra privacidad o vulnerando la de otros?